viernes, 30 de abril de 2010

APLICACIÓN DE VALORES ESTÉTICOS

La belleza: la pintura por si misma expone un espacio abstracto originando una nueva visión en la apreciación del arte. Contiene elementos abstractos que invitan al lector a un descubrimiento mediante la contemplación y razonamiento para llegar a comprender lo que el autor quiso expresar.
La sencillez con que se pinta plasma la belleza natural de la obra, sí como el uso de figuras abstractas que hablan de una época nueva y diferente, pero de mayor complejidad.

La hermosura: el brillo se da por la importancia que el autor imprime en la figura central; colocándola en primer plano, y siendo la única en color (rojo) sobre escala de grises.
Al buscar el efecto de Presencia No. III, y lograrlo con una figura excepcional en toda la obra, revela la obra y al autor como alguien exclusivo y creativo. Pudiera parecer simple, pero para conseguirlo es necesaria una buena apreciación, inteligencia y gusto por la contemplación para llegar a una abstracción como tal.

La armonía: se genera al usar una constante en los colores para resaltar la figura roja; y en la proporción de cada imagen para lograr el efecto de profundidad (pasillo). Al ser una pintura abstracta es de mayor necesidad la existencia de cada una de sus partes para darle sentido y logre transmitir el mensaje implícito.

La perfección: considero que es una obra completa pues a pesar de parecer no tener relevancia en el modo de pintar o dibujar, su particularidad radica en la capacidad que tuvo el autor de llevar a lo más conciso todo aquello que buscaba expresar utilizando formas planas, y jugar con la capacidad ilusoria del espectador.

El equilibrio: la figura roja es el punto central para dividir la obra en dos partes: negro y blanco (pasillo y pared). Si no existiera ésta imagen, entonces la pintura tendría más fuerza visual hacia el lodo izquierdo por la pesadez que el colore negro genera. En general, por utilizar formas rigurosas mantiene el orden, y por el poco uso de colores no causa exageración.

El ritmo: se da en las secuencias de colores y en la posición de los objetos, tanto en perspectiva como en plano 2D. En perspectiva porque inicia con una puerta, el personaje principal (pintura roja), los muros blancos (lateral del pasillo y frontal), después de lado izquierdo genera un pasillo que visualmente nos hace frenar al encontrarnos con un muro y una puerta. En cuanto a plano 2D se da por repetición de colores, es decir comienzan con el blanco, le sigue el gris y finalmente el negro; esto se repite tanto de lado derecho como de izquierdo. La pauta es el color rojo que refleja el sentido de los colores.

El ornamento: reflexiono que sólo tiene un ornamento: la línea blanca diagonal que enfatiza la perspectiva del pasillo. Sin ella seguramente el pasillo no tendría la misma fuerza de sentido y dirección.
La quietud: el estado de reposo lo brinda el pasillo al ser el único espacio sin objetos que perturben la distracción durante el trayecto.

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